Saturday, August 05, 2006

Pretty in Black

El orden es totalmente aleatorio pero la ansiedad de escribir sobre ellos no. Así que, ésta vez es el turno de Pretty in Black... qué emoción! (Aviso: si estás leyendo esto y aún fuiste tan sinvergüenza de no escucharlo o ni saber de qué disco hablo... rajá de acá! andá urgente a una disquería, la casa de algún -buen- amigo que lo tenga o cualquier página/buscador pirata de música: dale, ya! ya! ya!. Si sabés de que hablo, lo escuchaste y crees que merecen todos los elogios por éste disco... seguro que ya nos conocemos y nos llevamos bien).

Bien, ya desde la manera en que están ordenados los temas, se puede notar la calidad abrumadora con la que fue hecho éste disco. Pero eso es algo que uno nota al final o después de haberlo escuchado más de 67 veces en la misma semana (ji).

Las asociaciones que se hacen a Pretty in Black van desde Buddy Holly, el Rockabilly y the Ronettes (un trío de chicas de los sesenta que hacían canciones híper melosas y bailables; y de quienes the Raveonettes desvirtuaron su nombre) hasta Jesus and Mary Chain y el garage noise... ecléctico el asunto, no?

http://www.rollingstonela.com/DetalleCritica_cs.asp?nota_id=725034
"El pasado del rock & roll es algo vivo para el cantante, compositor y guitarrista Sune Rose Wagner. En los dos primeros discos de esta banda danesa, no hay duda acerca del preciso estudio y el amor por las baladas de Buddy Holly, ni del lado oscuro de las Shangri-Las que hay en la fuerte lluvia." (David Fricke)

Éste disco, continuación a Chain Gang of Love, cuenta con varios detalles y excelentes colaboraciones como, por ejemplo, las de Maureen Tucker (batería de the Velvet Underground), Ronnie Spector y Martin Rev de Suicide... lo cual, no es poca cosa.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/12-1857-2005-09-04.html
ENTREVISTA CON SUNE ROSE WAGNER, DEL DUO DINAMARQUES THE RAVEONETTES

Guitarras surf de Copenhague
"La ecuación es así: ofrecen una pizca de sonidos de los Estados Unidos de los ’50, tamizados por el oído de un dinamarqués actual. El resultado es el disco Pretty in Black, que muestra que se pueden usar ritmos retro viviendo en Dinamarca.

Hay músicos que prefieren no escuchar demasiado a sus colegas, convencidos de que pueden contaminarse de influencias. Otros, en cambio, arman una especie de alambique en el que meten sus abundantes discotecas y a partir de ellas intentan destilar un sonido propio. Sin dudas, The Raveonettes pertenecen al segundo grupo. Para notarlo basta con escuchar las canciones del reciente Pretty in Black, en las que la guitarra surf y el sonido de los ‘50, que dominan la placa, dejan entrar a beats propios del tecno, coros como los de las bandas femeninas de los ‘60 y cierta actitud punkie cercana a The Cramps. Pero además, a través del teléfono, lo confirma Sune Rose Wagner, cantante, guitarrista y compositor del dúo dinamarqués: “Escucho country de los ‘40; el primer rock’n’roll de Buddy Holly, Richie Valens y Elvis Presley; girl-groups de los ‘60 como The Ronettes, The Shirelles y The Marvelettes; muchas de las bandas punk como Suicide, los Ramones, los Dead Kennedys. Pero nos interesa mezclar elementos de esas diferentes épocas y traerlos al 2005, porque queremos que Raveonettes sea una banda moderna. Por ejemplo, en mi discoteca también hay mucha electrónica y es un camino que quisiera explorar más.
–¿Te molesta cuando se dice que ustedes suenan como Jesus and Mary Chain, Velvet Underground o alguna otra banda?
–Para nada, porque ésas son nuestras influencias, así que es obvio que sonamos como esas bandas. Eso sí, nos gusta tomar la influencia de muchas bandas, juntarlas y luego actualizarlas. Podés escuchar de todo en nuestra música: Buddy Holly, los Everly Brothers, The Cramps y otras grandes bandas. Pero de eso se trata lo que queremos hacer.
Sune y su compañera Sharin Foo (una especie de bella amazona nórdica) nacieron y se criaron en pequeños pueblos de Dinamarca, siempre con la mente puesta en salir de allí. “Cuando finalmente cumplí 17 me mudé a Copenhague, que es mucho más grande”, recuerda el cantante. “Pero también creo que fue bueno para mí haber crecido en un lugar pequeño, porque te hacés una idea de lo que querés en la vida. Querés salir de ahí, viajar y experimentar el mundo, así que te da una motivación.” Sune empezó a prestarle atención en serio a la música sólo un año antes de la mudanza: empezó a conseguir los discos correctos y formó su primera banda. “Si bien siempre había querido irme, la música me ayudó a tomar la determinación, porque era como salir a perseguir un sueño”, asegura.
–En el sonido de Raveonettes hay mucha influencia de los años ‘50, lo mismo que en las tapas de los discos (que evocan a los afiches de películas de esa época). Sin embargo, como no viviste esa década, no puede hablarse de nostalgia. ¿Cómo lo definirías?
–No sé, yo uso mucho la palabra nostalgia porque soy una persona muy nostálgica. Me gusta soñar con cosas sobre las que no sé demasiado, o sobre lugares lejanos que nunca visité. Esas cosas y lugares parecen fantásticos, pero porque uno no conoce demasiado sobre ellos. A mí me gustan los ‘50 y los ‘60 porque me gusta la música, la arquitectura, los modelos de los autos, la forma de vestir de la gente... Pero se trata de eso, en realidad.
–¿Es como una idealización de esos tiempos?
–Sí, exactamente.
–Vos vivías en Dinamarca, soñando con los Estados Unidos de los ‘50. ¿De dónde sacabas la información?
–De las películas, la música, los libros y de personas que habían viajado. Siempre quise ir a ver cómo era y pude hacerlo antes de salir de gira con Raveonettes. Estuve viajando durante mucho tiempo. Como venía de un pueblo, tenía como una urgencia por viajar.
En un retorno a Dinamarca, Sune se reencontró con Sharin y decidieron armar The Raveonettes siguiendo ciertos parámetros: querían hacer canciones de menos de tres minutos, todas en la misma tonalidad (Si bemol menor en su EP debut Whip it on y Si bemol mayor en el disco Chain Gang of Love) y que no superaran los tres acordes. “Siempre supimos que eso iba alimitarnos, pero nos ayudó a encauzarnos. De todos modos, lo dejamos de lado para el segundo”, explica el cantante. Aunque ahora vive en Nueva York, concibió las canciones de Pretty in Black en Londres, donde reside Sharin. Y eso marcó el sonido del álbum, a años luz de la distorsión marychainesca del primer álbum: “Como no tenía nada de equipo conmigo, grababa los demos con guitarras limpias, pensando que después le agregaríamos distorsión. Pero terminaron gustándome mucho así como estaban. Pensé: ‘Ya hicimos dos discos ruidosos, no tenemos por qué hacer otro ahora’. Quizá volvamos al noise en el próximo, pero fue agradable hacer algo diferente.

Los Raveonettes se aseguraron tres invitados de lujo: Maureen Tucker, ex baterista de Velvet Underground; el tecladista Martin Rev, de Suicide; y la cantante Ronnie Spector, estrella de las Ronnettes en los ‘60. “Pensamos que sería grandioso trabajar con las tres personas que nos inspiraron para armar la banda. Moe Tucker es una gran fan de Raveonettes desde que nos vio tocar en el show de David Letterman en el 2003. Nos ha hecho regalos como viejas grabaciones inéditas de Velvet y nos resultó natural pedirle que tocara en el disco. Pasamos un día muy agradable con ella, es una mujer muy cool. Grabar con Ronnie Spector también fue una experiencia fantástica. Y Martin Rev casi me destroza los teclados, porque toca de un modo muy agresivo. Es un gran tipo y un excelente músico: verlo tocar es una inspiración.
El álbum abre con Heavens, una balada compuesta específicamente como para que la cantara Elvis Presley. De hecho, Sune hace su mejor intento por remedarlo. La fuerza de la herencia, que le dicen: el padre del vocalista fue presidente del fan club dinamarqués del Rey. “Recién me enteré hace un par de años”, cuenta el muchacho. “¡Qué lástima que no haya guardado nada de aquella época! Por supuesto que mi padre se dio cuenta de la intención de Heavens. Me dijo: ‘Esa hubiera sido una canción ideal para Elvis’".
–Heavens puede haber salido de la influencia paterna. ¿Cuál es el origen de las canciones que hacés sobre groupies o prostitutas?
–Son todas experiencias personales. ¡Soy un chico malo!
–No parecés...
Sí, ya sé, parezco muy buenito, ¿no? Por lo general soy una persona muy agradable. Pero también tengo un lado oscuro que quiero explorar."

http://www.buffalomail.com/info_masnovedades7.asp
"The Raveonettes forman una pareja bastante peculiar: él, Sune Rose Wagner, es un tipo moreno desgarbado aficionado a vestir de negro, y ella, Sharin Foo, una impresionante rubia de aspecto algo gélido. Juntos, los daneses graban algunos de los discos más interesantes de la actual escena europea, por encima de los sobrevalorados grupos británicos.
A pesar de que con sus anteriores álbumes se acercaban al rock de garaje, los Raveonettes ya apuntaban su amor por la música de los años 50 y 60. Y en su tercer disco, estas influencias salen a la luz con más claridad que nunca, con un sonido sin la distorsión que los caracterizaba.
"Pretty In Black" es un festín para los degustadores de buenas canciones de factura clásica: "The Heavens" fue escrita pensando en Elvis Presley; en "Twilight" la guitarra recuerda la sintonía de la mítica serie televisiva "Dimensión desconocida"; "My Boyfriend's Back" es una versión del grupo femenino The Angels; "Here Comes Mary" podría haber sido un éxito de los Everly Brothers; "Love In A Trashcan" es un baile irresistible que merece coreografía propia; y "Uncertain Times" y "Ode To L.A." tienen el aire épico de las producciones de Phil Spector."

Links que conducen a opiniones que demuestran que no son poca cosa...
http://www.lafurgonetaazul.com/archivos/the-raveonettes-pretty-in-black/
http://www.buscamusica.org/ezine/comentarios/raveonettes.htm
http://www.mondosonoro.com/detall_noticia.asp?id=207561
http://es.news.yahoo.com/10032006/183/critica-discos-the-raveonettes.html

Si buscás en un online shopping de música por éste disco, además de la reseña, hay otros discos sugeridos para que compres (que se basan en lo que han comprado los mismos usuarios que eligieron Pretty in Black)... y oh! casualidad son terribles discos... hacete un favor y quemalo en tu equipo de audio!

Customers who bought this item also bought
The Chain Gang of Love ~ the Raveonettes
Whip It On ~ the Raveonettes
Gimme Fiction ~ Spoon
Employment ~ Kaiser Chiefs
Silent Alarm ~ Bloc Party
Twin Cinema ~ New Pornographers
Get Behind Me Satan ~ the White Stripes
Funeral ~ the Arcade Fire

De los mejores ejemplos para ejercitar el oído y entrenar el buen gusto!

Thursday, August 03, 2006

Different Class

¿Qué mejor que empezar con Different Class?
Uno de los mejores discos que se hayan realizado en los años noventa y que al día de hoy continúa estando vigente (un clásico!)... sin duda, éste disco significó la consagración de una de las mejores bandas de la isla mágica (UK... sino cuál?) y por qué no del mundo. Sí, una de las mejores bandas del mundo también!

http://usuarios.lycos.es/britstyle/pulpdiffclasscast.htm
Éste link conduce a las traducciones de todas las letras de las canciones que conforman Different Class... las cuales no son del todo correspondientes (ya que lo mejor es interpretarlas desde el mismo idioma en el que fueron compuestas) pero sí son interesantes de conocer (esto no es "Canciones Subtituladas" de Much Music, no, no... para nada... pero por favor).

http://www.commonpeoplemusic.com/pulp-different-class/
"Hace ya bastantes años que ordené mi estantería de discos por fecha de publicación. 1995 es una de mis secciones preferidas, un buen año. A bote pronto recuerdo The Bends, The Great Escape, What’s the Story (Morning Glory), Elastica, Life (de los Cardigans, coño), The Dandy Warhols Rule OK y por supuesto Different Class. La mayoría de aquellos grupos eran prácticamente noveles pero Pulp llevaban ya diecisiete años en activo, y sin comerse una rosca. Habían publicado It (1985), Freaks (1986) y Separations (1989), discos más farragosos que discutibles, y pelotazos como Stacks, O.U. o Inside Susan y otros singles reunidos posteriormente en un extraordinario recopilatorio, Intro, de compra y sobredosis obligadas. En 1994 llegaría el tremendo His’n Hers, un disco que para ellos sería fundamental no tanto por abrirles hueco en las listas de ventas sino por enseñarles que si se trataba de singles ellos podían hacerlos como rosquillas. Estaban en plena racha y acertaron recuperando la densidad de los primeros discos para dar forma a su obra maestra, un álbum que pudieron ensayar en una celebradísima actuación de emergencia parcheando la ausencia de los Stone Roses en Glastonbury. Pasaría a la historia como uno de los mejores de la década, repleto de un glam electrizante, apocalipsis épicos de violines y sintetizadores de mercadillo, sórdido erotismo y pequeñas delicias como Something Changed. Era Different Class.

Pulp sonaban cojonudos, pero encima molaban más que nadie. Hagan memoria, en la mayor cima estética de Radiohead, que más o menos por aquéllas fechas fue el vídeo de Creep, Thom Yorke llevaba el pelo a tazón. La de Suede consistió en tener un cantante andrógino (en 1990! guau), Blur... ¿alcazaron alguna? y la de Oasis fue irse al cementerio, sacar de su tumba al peluquero de los Beatles, robar la chaqueta al cadáver de un veterano del Vietnam, y graparse los morros a un micrófono (ahí siguen). Era difícil no rendirse al rancio encanto de estos cuatro freaks bajo las órdenes de un dandy carcomido, sintético, de un blanco espectral, que llamaba a la rebelión a las legiones de inadaptados que habían compartido con ellos alguno de los muchos pudrideros que salteaban el Reino Unido thatcheriano.

Todos los grupos nacidos en esta tierra tenebrosa lo hicieron bajo la influencia de gente como The Jam, Bowie, The Clash o The Smiths, y con grupos así la influencia no podía quedarse sólo en lo musical. Tampoco es que formasen una escuela intelectual, pero en el brit pop sí se logró cierta sustancia con la temática de clase obrera que manejaron sus predecesores. Tanto es así que Hasta Oasis con detallitos como aquel I’m feeling Supersonic, Gimme Gin & Tonic podían decir más sobre su generación que veinte ensayos dominicales en el Guardian (aquí hemos tenido a Los Planetas para demostrarlo), y aunque es cierto que los Gallagher metían la pata con demasiadas memeces de adolescente con borrachera filosófica (bastante duro era soportárselas a tus amigos), otras luminarias del Brit Pop como Suede o Radiohead (que luego estuvieron atentos a la evolución ideológica de la juventud occidental y se pasaron al activismo antiyanki) tuvieron más acierto. Pero nadie como Pulp. Jarvis Cocker daba sopas con ondas a la mayoría de sus compañeros de promoción (comparen el Trash de Suede con Mis-shapes) cronicando un mundo sin esperanzas del que la única evasión posible eran irresponsabilidad, drogas y mala uva. Dibujaban el Sheffield natal como un cementerio de fracasados sin mejor ocupación que salir a buscar bronca, beber, bailar y follar, y evolucionaron hasta lograr las mejores crónicas de la agonía de la clase trabajadora británica desde los Smiths.

Es fácil adivinar la primera canción que les viene a la mente. La misma que a mí. El trallazo de Common People fue tal que pudo elevarse incluso sobre los momentos más álgidos del duelo entre Blur y Oasis. Jarvis recordaba a la niña rica que años atrás le pidió consejo para vivir con gente corriente como él a cambio de un ron cola. Aceptó, pero la cosa no podía funcionar y acababa escupiendo en un ataque de furia que... 'nunca vivirás como la gente corriente, porque cuando estés en la cama por la noche viendo a las cucarachas subir por las paredes si llamases a tu padre podrías detenerlo. Nunca vivirás como gente corriente, nunca harás lo que sea que hace la gente corriente, nunca fracasarás como la gente corriente, tu vida nunca se desvanecerá ante tus ojos, ni bailarás y beberás y follarás porque no haya nada mejor que hacer'.

Pulp estaban cabreados y con ansias de venganza, y lo habían advertido desde el principio. 'No tenemos el mismo aspecto que tú ni hacemos las cosas que tú, pero también vivimos por aquí [...] Arriba las manos, esto es un atraco. Queremos vuestras casas, queremos vuestras vidas, queremos las cosas que nunca nos permitiréis. No usaremos armas, no usaremos bombas, usaremos lo único de lo que tenemos más, nuestras mentes'. La contundente presentación de Mis-shapes resumía Different Class y lanzaba una declaración de guerra, un llamamiento a la rebelión rebosante de rencor y mala uva. Hermanos, hermanas, no os dais cuenta que el futuro nos pertenece, no estarán luchando en las calles, creen que nos han ganado, la venganza será tan dulce.

Pulp no querían turistas en su pocilga, pero en el fondo tampoco querían escaparse de ella. Querían metértela en casa, en la boca, hasta que te saliera por los ojos. Era una venganza a domicilio. Prometían infiltarse en los barrios pijos del oeste de Londres para tirarse a las mujeres de los ricos, beberse su brandy y convertir sus vidas en rancios seriales televisivos (I Spy). Iban a relamerse viendo a la modelo de barrio atrapada en la habitación de un extraño, ¿por qué no cierras la puerta y las cortinas? no vas a ir a ninguna parte. Él sube las escaleras, y en un momento querrá ver tu ropa interior. Cuando se acerca no hay forma de esconder el hecho de que tú eres una chica, y él es un chico [...] si pudieras cerrar los ojos y recordar que esto es lo que querías anoche... ¿por qué se te hace tan difícil tocarle, entregarte a él? ¿Cómo coño acabaste medio desnuda en el cuarto de un extraño? (Underwear). Iban a tirarse a tu madre, y después irían a por ti. Te acosarían como hienas cuando papá no estuviera en la ciudad, sólo... porque sé que te entristece, [...] porque sé que sabes que está mal. Si, sé que es feo y no debería ser así, pero oh, me está poniendo cachondo... ' La voz de Cocker envuelve la escena en una niebla viscosa, casi puedes sentir su aliento humedeciéndote los oidos con amenazas. Amenazas lanzadas contra la sociedad británica con una intensidad que no se recordaba desde que aquel veinteañero de Stratford cantase Inglaterra es mía, y debe mantenerme, preguntame por qué y te escupiré en el ojo al frente de una banda que cambió para siempre la música británica.
Sin embargo, pese a su aparente contundencia, toda esa belicosidad estaba enquistada de desencanto. La rabia no conseguía vencer la sensación de inutilidad, de estar atrapados en un basurero donde se baila, se bebe y se folla porque no hay nada mejor que hacer. La bilis quedaba en un plano secundario cuando Cocker repasaba los años que vivió en londres fascinado por la marea de house que había inundado el Reino Unido. La rave clandestina de Sorted for E’z & Whizz, veinte mil personas en medio del campo, no termino de entender de qué va esto pero da igual, porque todos llevamos extasis y speed, hablaba de un lugar donde... el mundo real parece estar muy muy lejos y dejaba una pregunta en el aire, y si nunca te vinieras abajo, ¿valdría la pena quedarse?. El caso es que sí te venías abajo, la evasión es limitada y a la vuelta del viaje todo vuelve a ser igual o un poco más patético, y las salidas las mismas, aguantar hasta el lunes (Monday Morning), recoger los trastos si es que los encuentras, oh mírate, pareces tan confundido, ¿qué has perdido? oh, está bien, sólo es tu mente (Bar Italia), y volver a a una vida que nadie se querría ver siquiera por televisión (Live Bed Show) hasta el fin de semana que viene, en el mismo sitio, a la misma hora (Bar Italia).

Jarvis también tiene un corazoncito, sintético y con humedades, pero amor al fin y al cabo. En Disco 2000 cuenta su historia con Deborah, inseparable amiga de infancia, la primera a la que crecieron las tetas en el colegio y todos metían mano menos él, que no se atrevía y debía conformarse con mirar a escondidas por una rendija. En la opresiva F.E.E.L.I.N.G. C.A.L.L.E.D. L.O.V.E., más que de amor parece hablar de una pesadilla sobre gastroenteritis. La mejor, Something Changed, una delicia que Astrud homenajearon hace años (creo que también es el título de su siguiente disco) con una de las mejores letras de la década, un juegos malabares con el pasado y el futuro en una canción sobre el primer encuentro con alguien que está a punto de conocer. 'Escribí esta canción dos horas antes de conocernos. Aún no sabía tu nombre o qué aspecto tenías. Podía haberme quedado en casa e irme a la cama. Podía haber ido al cine, podrías haber cambiado de opinión y quedar con tus amigos, la vida podría haber sido muy distinta pero entonces, algo cambió. […] ¿Por qué escribí esta canción precisamente ese día? [...] ¿Dónde estaría ahora si nunca nos hubiéramos conocido? ¿Estaría cantando esta cancion con otra persona? No lo sé pero como tu dijiste, algo cambió'.

Leyendo por ahí que 2005 ha sido un buen año gracias en especial a la ‘excitante’ producción británica algunos no podemos evitar la carcajada. A mucha gente le convendría revisar estos discos para entender que no detestamos a la ‘nueva ola’ británica por saturación mediática (la misma había con el brit pop), sino porque los discos eran simplemente mejores. Pongan los discos más importantes de la ‘nueva ola’ frente a los del brit pop, y comparen. Enfrenten Different Class a alguno de Franz Ferdinand*, ese grupo en el que se confunde tartamudez, abulia creativa y discos rayados con con rock bailable. ¿Cultura de singles? ¿Rock bailable? Recuerden qué efectos tienen Disco 2000, Mis-shapes o Common People en esos antros que visitan los fines de semana. Discos como Different Class demuestran que se puede armar un disco soberbio y mantener todos los ingredientes, singles irresistibles, personalidad y grandísimas letras. Y no fue el único de 1995. Un buen año de verdad."

* bueno, eso es tan discutible como subjetivo... el disco de Franz Ferdinand es ENORME, pero BIEN DIFERENTE de lo que es Different Class y sus significados, época, etc, etc... ése es alguno de los detalles (y las malas críticas que hace a Blur, Oasis, Suede... ) que me hace discrepar con el autor sobre esta reseña/crítica. Puntos de vista que no tienen por qué cruzarse.

No me ¿animo? a escribir mucho más sobre éste -excelentísimo- disco porque... sólo hay que escucharlo para darse cuenta frente a lo que tus oídos se enfrentan!

Chin! Chin!